Wilson Araque J
Es un error creer que teletrabajar es, simplemente, enviar a los trabajadores a casa para que ellos por su propia iniciativa -con una computadora personal y una conexión ilimitada a internet- empiecen a trabajar remotamente desde casa, ya que, un teletrabajo eficaz y eficiente, será aquel que, desde la óptica sistémica, piense en la interacción de varias aristas que permitan un bienestar de doble vía entre trabajadores y empleadores.
Estas aristas podrían ser agrupadas alrededor de seis componentes clave: la disponibilidad de los medios de trabajo idóneos para conseguir un excelente desempeño laboral; la preocupación por medidas preventivas que promuevan una salud ocupacional integrada -física y mental- dirigida a fortalecer el cuerpo y la mente para la ejecución del trabajo cotidiano; la configuración de modelos de evaluación del desempeño ajustados a la realidad del trabajo realizado desde casa sin el control directo de los jefes hacia sus colaboradores; la delegación de tareas soportada en altas dosis de confianza laboral construidas sobre la base de hechos reales que van más allá de simples discursos; el cumplimiento de compromisos relacionales que, más que controles asfixiantes, buscan sobre la planificación laboral, el cumplimiento del trabajo a pesar de que los jefes están a larga distancia de los trabajadores; la motivación de doble vía que permita que tanto, los empleadores como los trabajadores mantenga interés continuo por unos resultados laborales que ahora se los obtiene trabajando mediante el uso remoto de la tecnologías de información y comunicación (TIC).